La maquinaria agrícola busca mejorar su eficiencia y precisión 

El crecimiento de la tecnología marca el movimiento de un mercado que va camino hacia la precisión y la eficiencia. Esto es lo que las empresas de maquinaría agrícola empiezan a incorporar de la mano de la robotización y el automatismo. Herramientas que se suman ahora a las sembradoras y que permitirán ayudar a la toma decisiones en tiempo real con mejoras cualitativas y cuantitativas.

Hoy el campo cuenta con monitores de rendimiento y sensores de calidad para conocer rendimientos de los cultivos a medida que se va levantando la cosecha. Pero faltaba que éstas también lleguen a las sembradoras. Es así que la multinacional John Deere, líder en maquinaria agrícola le compró a Monsanto hace tres semanas la compañía Precisión Planting.

Se trata de una empresa que mejora el cuerpo de siembra de la máquina haciendo que esta mantenga profundidad y mejor contacto con el suelo para permitir una correcta distribución de las semillas. Sus beneficios se ven a la hora de cosechar dado que hay un mayor rendimiento por hectárea. Este podrá se apreciado a través de un monitor que posibilita al productor conocer como va sembrando en tiempo real y a su vez trasmite los datos a una nube para llevar un control y ir perfeccionado su andar.

Para el coordinador de agricultura de precisión del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con sede en Manfredi, Andrés Méndez, “seguramente no será una negociación simple para las empresas dado que se habla del boom del valor de los datos y quien los maneje tendrá el gran negocio para los próximos años”.

Por lo pronto John Deere se suma a otras compañías también de origen norteamericano: Case IH y Kinze o las alemanas: Lemke y Amazone. Todas muestran lo que viene a futuro.

Que una empresa multinacional la más grande a nivel mundial en maquinaria agrícola haya adquirido la nueva tecnología significa demuestra el cambio en la agricultura. Este debe ser analizado por la industria argentina. Si éstas no empieza a trabajar en lo que pide el mercado van a perder espacio en el corto plazo.

El problema es que la empresas locales le dan mas importancia a la maquinaria y no a la tecnología. Deberán entonces tomarlo pronto como un factor de competitividad a la hora de querer generar más ventas.

Mayor empleo de la mano de lo nuevo

El no saber de qué se trataba la agricultura de precisión cuando apenas apareció, hizo que muchos dijeran que sacaría empleo a las personas que trabajaban del campo y la realidad es que amplio exponencialmente las posibilidades laborales y seguirá creciendo en los próximos años a medida que se necesiten mayor especificidad en cada área.

La información que se empieza a generar en las computadoras de las máquinas agrícolas permite entender lo que se quiere producir. Una exigencia que muchos mercados piden: manejo sustentable de los cultivos. Se considera que en la actualidad apenas un 40% de los datos relevados se aplica en el campo. Sin embargo el crecimiento de la tecnología no es acompañada todavía por la mano de obra.

Un relevamiento sobre técnicos de la industria metalmecánica coincidió en sostener que hace “falta entrenamiento” de los operarios dado que no alcanza con saber manejar un tractor o calibrar una cosechadora sino por el contrario se requiere un conocimiento de electrónica que se aprende con la práctica.

Desde lo profesional, hace falta que las universidades -se ve lentamente- tomen las riendas para incorporar materias anuales que prioricen lo técnico con lo práctico.

“El sistema agrario actual exige más eficiencia y hoy están las herramientas para hacerlo, pero va a llegar el momento en que se van a generalizar abriendo un mercado de alta demanda”, señaló desde la sede de General Cabrera del INTA, Darío Bonetto.