ARGENTINA: La construcción se paró y hay 70.000 despidos en noventa días
El comienzo del año no pudo ser peor para la industria de la construcción. Si bien el fenómeno se inició en noviembre del año pasado, entre diciembre y lo que lleva transcurrido este mes ya se perdieron 70.000 empleos, con lo cual los puestos de empleo se redujeron de 430.000 a comienzos de diciembre, a 360.000 en la actualidad, una cifra que si bien no fue mencionada desató la furia del titular de la Uocra, Gerardo Martínez.
Fuentes sectoriales señalaron ayer a BAE Negocios que la situación es preocupante y “la semana próxima, la Cámara de la Construcción se reunirá con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, porque hay que encontrar salidas urgentes. Esperemos que en marzo la situación tienda a mejorar”. Los motivos son más que claros: la obra pública prácticamente se paralizó en este período de transición y la actividad privada atraviesa un nivel muy bajo aún.
La caída en el empleo es considerada muy grave por la CAC, y lo peor es el efecto multiplicador sobre varias ramas industriales que tiene esta actividad. Por caso, el sector del aluminio, con la firma Aluar a la cabeza; el conjunto de las cementeras, la grifería, cerámicos, madera y otros segmentos agrupados en el Grupo Construya, de insumos y materiales.
Hace unos días, el presidente de la CAC, Juan Chediack, explicó que “la transición por la que atraviesa el sector es bastante complicada porque venimos arrastrando una situación en la que (el Estado) había dejado de pagar las obras”.
Por ejemplo, en el plan de viviendas los contratistas pasaron de certificar $2.400 millones en octubre de 2015 a cobrar 800 millones en noviembre, y prácticamente cero en diciembre.
Reacción sindical
El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la Argentina, Gerardo Martínez, manifestó que hay una gran cantidad de obras paralizadas porque “no se pagan los certificados”. Y señaló que, a causa de esto, “hay más compañeros casi en la calle que trabajando”.
En declaraciones a radio Vorterix, Martínez no descartó que desde el sector se adopten “medidas de fuerza y lucha en el lugar de trabajo”. Y argumentó que no van a permitir “que se paralicen obras cuando están debidamente justificadas”.

