COLOMBIA: Una chica enfrentada a un monstruo mecánico Publicado
El aspecto frágil de Karen, una chica de 20 años, nacida en la ciudad de Medellín y llegada a Pereira hace tan solo tres meses atraída por la calidad de vida de la ciudad, contrasta con el tamaño de la máquina que por primera vez conduce con la ayuda y vigilancia de sus instructores.
Su nombre completo es Karen Yulieth Yotagrí Cano, es madre de un niño próximo a cumplir los dos años y aunque de niña soñó con ser doctora en Medicina, no se arrepiente de su decisión de convertirse en operaria de maquinaria pesada.
Se hizo bachiller en Medellín y buscaba una oportunidad laboral cuando una tía que la precedió en su intención de venirse a vivir a la capital risaraldense le contó que estaban abiertas las inscripciones para un curso de operaria en maquinaria pesada para mujeres cabeza de hogar.
A Pereira
Karen no lo pensó dos veces. Empacó sus prendas y se radicó en Pereira donde hace parte de la primerapromoción compuesta por 30 mujeres, entre las cuales ella es la más joven.
El proyecto fue gestado por Asomap Colombia, la Asociación de Maquinaria Pesada cuyo presidente es José Ramírez, quien logró una alianza con Dinsa Maquinaria Pesada y el SENA, a través del cual estos prestan apoyo logístico y formación y el Sena les aporta, además de la formación, la certificación académica.
“Con esto les estamos mejorando la calidad de vida, les cambiamos la dinámica diaria de que si no están en una fábrica o en una cafetería nadie más va a creer en ellas. Al nosotros sacar la primera promoción nacional de mujeres operarias de maquinaria pesada yo sé que esto les va a abrir las puertas a muchas empresas a favor de ellas porque van a creer y les van a dar la oportunidad. Detrás de ellas muchas otras vendrán también buscando salir adelante de una manera diferente”.
¿ A usted no le da miedo que le hagan bulling por ser mujer en un oficio tan rudo?
No, antes me sentiría muy orgullosa de ser una de las primeras mujeres que van a estar en ese gremio porque es algo novedoso, es algo que no se había podido lograr aquí en Pereira.
¿De dónde salen los recursos para costearse el curso?
No tiene ningún costo, el requisito es tener hasta quinto de primaria (yo soy bachiller ) y ser madre cabeza de hogar.
¿Cómo se relaciona con sus compañeras de curso?
Tratamos entre todas de buscar soluciones, que nadie se sienta mal; si alguna tiene una calamidad miramos a ver cómo le ayudamos, incluso una compañera estuvo en una situación muy difícil y entre todas pusimos el granito de arena para que pudiera continuar.
¿Ustedes terminan jornada muy tarde, se acompañan al salir?
El SENA del Ormaza me queda super lejos, pero cuando salimos unas se van por la 5a y hay una compañera que nos hace el favor de acompañarnos y nos vamos todas caminando hasta allá para esperar el transporte.
¿En su familia hay motoristas u operarios de maquinaria pesada?
No, salvo mi padrino que estuvo manejando una draga en una mina privada, pero no lo he visto, simplemente me daba cuenta que eso era a lo que él se dedicaba.
¿ Alguna vez se soñó manejando un monstruo de estos?
Yo quería ser médico cirujano, pero definitivamente me doy cuenta que esto es lo que yo quiero, que esto es lo que me motiva, el verme manejando semejante máquina, saber que no necesitas de fuerza bruta para operarla. Y que yo tengo qué pensar en un futuro, porque yo tengo unas huellitas que me están siguiendo.
¿Usted ha visto teoría, pero ya se ha visto desatornillando una pieza siquiera?
Nosotros hemos estado en los talleres, hemos visto cómo son internamente los motores y el solo hecho de untarse de grasa y estar en acción con el motor, eso dice mucho. Estás haciendo lo que a tí te gusta y tienes la forma de sacar los sueños a flote.
Usted sabe el riesgo que se corre, en un derrumbe es muy peligroso estar al frente de una máquina como esta. ¿Qué piensa al saber que eso podría sucederle?
A nosotros en la formación nos están dando ética, salud ocupacional, manejo de residuos sólidos y todo eso lo ayuda a construir a usted como persona.
En el campo laboral, usted sabe que uno debe ser el primero, después la máquina y después el entorno en que me mueva. Pero si yo estoy con la mentalidad de que nada me va a pasar, todos los días voy a estar bien. Además, hay un vigía que mira cómo está el terreno y si se puede o no trabajar para avisarnos.
¿Ha practicado deporte extremo?
No, la adrenalina ha sido solo cuando he ido en la montaña rusa en los juegos mecánicos, que es tensionante tanta velocidad, pero a mi no me da miedo montarme en una máquina.
¿Cuánto le van a pagar en las pasantías?
No, antes yo voy a aprender de un experto que lleva mucho tiempo haciendo lo mismo todos los días.
¿Qué pensaría si dentro de 18 años su hijo le dice: -mamá, yo quiero seguir su oficio y manejar una máquina de esas?
Un orgullo muy grande, no me asustaría para nada.
¿Qué le diría a las mujeres que no han recibido una oportunidad como la suya?
Que pongan todas las ganas y todo el empeño porque esto es muy bueno y es un sueño que lo ve imposible mucha gente, porque al principio yo sé que más de uno pensó: -no, esas muchachas qué van a ser capaces. Y ahora que nosotros portamos el uniforme y las dotaciones que hemos tenido hasta el momento, imagínate ,nos preguntan: -¿Y ustedes de dónde son, y qué hacen? Y uno les cuenta y dicen: ay, yo también quiero. Entonces uno va a ser el medio de inspiración para otras personas.