Caterpillar, una oruga que pesa demasiado
Los bulldozers amarillo mostaza y negro de Caterpillar no se detienen ante nada. O eso es lo que creía Doug Oberhelman cuando hace seis años se puso al frente del mayor fabricante de maquinaria pesada del mundo, cuando parecía que empezaban a florecer los brotes verdes tras la crisis financiera. Todo se tornó oscuro y ahora el ejecutivo se retira, tras encadenar su cuarto año de caídas en las ventas.
Caterpillar es una de las compañías que sirven de termómetro de la marcha de la economía global, como el canario que se enjaula en la mina para medir la calidad del aire. El rendimiento de su negocio refleja dónde están las tensiones que empujan o lastran la máquina de crecimiento. Cuando en julio de 2010 asumió el mando, el mundo pedía excavadoras y volquetes gigantes más rápido de las que se fabricaban.
Fuente: El Pais